Cuando iniciamos a dictar los Seminarios PERLMOR no poníamos la foto de la Maestrta y hablábamos muy poquito de ella y la gente nos empezó a pedir que les contáramos más de la vida de ella.
Nosotras llevamos muchos años con ella, hemos transitado un camino largo a su lado, sabemos lo que ella nos ha dado y lo estamos practicando. En los seminarios presentamos su foto, una vela y una planta. La foto no es porque nosotras adoremos un cuerpo o una imagen física. La foto está allí para recordarnos ese ser humano que vino a esta vida a hacer un recorrido de un sendero y a encontrar lo que verdaderamente somos, la esencia divina que todos tenemos dentro. Ella siempre nos va a recordar el sendero y el ejemplo de ese ser humano, ese Maestro silencioso que vino a hacer esa travesía. La vela es el símbolo de esa chispa divina que todos tenemos dentro y la planta nos muestra la sabiduría y perfección que existe en la naturaleza, este planeta y el universo entero y las ponemos también como agradecimiento a ese ser que hemos tenido la fortuna de encontrar.
Al escuchar sus enseñanzas y al practicar la meditación, se siente su presencia entre nosotros y su Luz, Fuerza y Sabiduría, si permitimos que nos guíe nos irá transformando en mejores seres humanos y eso será lo que veremos reflejado en nuestras vidas.